Además de desarrollar tratamientos basados en una mejor comprensión del trastorno, el estudio también ofrece esperanza para la prevención del autismo.
Los científicos identificaron 60 genes con una probabilidad superior al 90% de aumentar el riesgo de autismo de un niño. Las investigaciones anteriores reportaron únicamente 11 genes que habían sido confirmados con este nivel de certeza. Aunque otros estudios han demostrado la importancia de la genética en el desarrollo del autismo, los expertos dicen que estos nuevos estudios se concentran en la naturaleza exacta de las mutaciones genéticas que causan el trastorno. Los investigadores dicen que estos genes parecen estar agrupados en torno a tres series de funciones biológicas fundamentales.
La primera serie se centra en el desarrollo de las sinapsis en el cerebro, las cuales son responsables de todo tipo de comunicación entre los nervios. El segundo conjunto es responsable de la creación de instrucciones genéticas, y el tercero es responsable de empaquetamiento del ADN dentro de las células.
De acuerdo con uno de los estudios, cada una de estas funciones podría tener un efecto sobre el individuo que causaría los rasgos comúnmente asociados con el autismo.
El autismo es un trastorno complejo que ha sido difícil de tratar porque es muy poco conocido. Los científicos teorizan que, al tener acceso a la base genética del trastorno, podría ser posible proporcionar un tratamiento más personalizado en base al conjunto de genes único y propio de una persona.
"Creo que si a todos les determinan su genotipo cuando son diagnosticados, cuanto más se estudie el mismo, más capaces seremos de identificar cuáles son las causas biológicas... y así podremos llegar a tus síntomas con medicina más personalizada", dijo Dan Smith, director senior de neurociencia en la organización de defensa Autism Speaks.
Fuente: cnnenespanol.com
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