"Una persona de carácter podrá ser derrotada, pero jamás destruida". Ernest Hemingway. Al leer esta frase, no pude evitar escribir sobre este tema. Sabemos que el carácter es el modo de comportarnos, nuestro modo de ser. Es nuestra marca, nuestro sello particular. El carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje social.
¿Por qué entonces vemos que hoy en día tenemos una profunda crisis de carácter? Creo que casi todos estamos de acuerdo que el mundo completo está en crisis; ya sea económica, política o social, realmente existe una crisis mundial. Y precisamente, es en medio de las crisis que nuestro verdadero carácter saldrá a flote. Lo que somos será develado en blanco y negro y nuestras debilidades quedarán al descubierto, revelándose así nuestras verdaderas intenciones.
Podemos ver muchos casos hoy, en nuestro diario vivir, de personas que ante las crisis, se desdoblan y convierten en algo que no conocíamos, siendo capaces incluso de pasar por encima de los demás para conseguir sus objetivos. La humildad, paciencia, generosidad, amabilidad y la fidelidad ya no son palabras populares en estos tiempos; y esto es precisamente consecuencia de esta crisis de carácter que estamos experimentando.
Pasando de lo general a lo particular, es muy fácil ver en esta sociedad de doble moral que estamos viviendo hoy, como es muy común mentir ante las autoridades educativas, para obtener la escuela que deseamos para nuestros hijos. No es un secreto que el lugar donde vives va a determinar el tipo de educación y de escuela donde irán tus hijos. Esto trae como consecuencia una gran ola de mentiras que envolverá a los pequeños, los cuales desde muy temprana edad aprenderán que podemos mentir para beneficio personal.
En la Biblia, también podemos ver algunos casos parecidos. Me llama la atención el caso de Siba, quien cuidaba de Mefiboset, hijo del Rey Saúl. Este hombre mostró que no estaba satisfecho con su vida y codiciaba mucho más, estando dispuesto a herir y mentir para conseguirlo. (2da. Samuel 16).
Nosotros estamos llamados a ser íntegros y fieles a nuestros principios y valores porque si traicionamos esto, estamos traicionándonos a nosotros mismos. Aunque sea pesado y difícil, las recompensas de una vida justa, generosa y humilde, nos llevarán a un estilo de vida más acorde con el diseño original que nos fue dado por nuestro Creador.
Elizabeth Ramirez
Editora Global Revista Digital
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