Ninguna otra cosa ha provocado tanta aflicción en los últimos años como las crisis familiares. Regularmente llegan y se instalan en los hogares y sorprenden a muchos. Algunos dicen: “No la vi venir”; otros tímidamente reconocen haber visto señales, pero las ignoraron; unos a propósito; con la esperanza de que como en otras ocasiones el asunto quedará en el olvido y en el mejor de los casos; apostando a que el tiempo lo arreglaría todo. Falsas ilusiones. La crisis familiar se ha extendido como una pandemia social que amenaza sensiblemente la estabilidad de las naciones.
Aceptémoslo: No hay
familias ideales. No hay familias perfectas. Entonces; qué
hacemos? Reconciliarnos con el hecho de que podemos ser familias funcionales y
saludables. Ello amerita trabajar permanentemente en el modelo de familias que
deseamos ser. Ninguna familia se convierte en saludable y funcional dejando las
tareas al aire o a momentos de inspiración. No sucede.
De otro lado,
aconsejable sería reconocer la cuota de responsabilidad de cada quien; admitir
nuestros errores, pedir perdón y comprometernos a recoger nuestros regueros.
Uno de los grandes problemas que tenemos hoy es que alentamos generaciones
enteras que no quieren reconocer sus errores y limpiar sus regueros.
Si alguien sabe de
familias; fue quien la inventó. Fue la primera institución creada por Dios. Así
que debemos regresar a él para que nos clarifique el concepto de familia
(quizás en el camino se desdibujó) y nos muestre cuál es su propósito para
nuestras familias. Y aquí debemos confesarlo: Una de las razones de por qué
tenemos tantas crisis familiares, es porque frecuentemente hemos permitido que
a nuestras familias se introduzcan ideas, conceptos, prácticas, disciplinas,
hábitos, roles; que el inventor de la misma nunca aconsejó.
Animo, aún hay
tiempo. No tire la toalla. Busque la forma de reaprender el camino y trabaje
por una familia saludable. Si lo necesita; no se quede colgado; busque ayuda.
Instituciones y personas temerosas de Dios están listos para ayudarle.
Les dejo con estas
reflexiones Bíblicas: “Y si no os parece bien servir al SEÑOR, escoged hoy a quién
habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al
otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero
yo y mi casa, serviremos al SEÑOR.” Josué 24:15.
Quizás sin darse cuenta, su familia está sirviendo a los
dioses de la tierra donde habitan. “El
que turba su casa, heredará viento, y el necio será siervo del sabio de
corazón.” Proverbios 11:29
Francis
Montás
Es
un Pastor y Comunicador dominicano.
Sus
contactos en medios sociales son:
@francismontas (el twitter)
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