4.04.2014

Respondiendo a la crisis: Crisis familiar. 4ta. parte

No quiero perder a mi familia, y ya no se qué hacer”; he escuchado expresiones como estas y ciertamente, provienen de alguien que con dolor reconoce que su familia está tocando fondo.

Ninguna otra cosa ha provocado tanta aflicción en los últimos años como las crisis familiares. Regularmente llegan y se instalan en los hogares y sorprenden a muchos. Algunos dicen: “No la vi venir”; otros tímidamente reconocen haber visto señales, pero las ignoraron; unos a propósito; con la esperanza de que como en otras ocasiones el asunto quedará en el olvido y en el mejor de los casos; apostando a que el tiempo lo arreglaría todo. Falsas ilusiones. La crisis familiar se ha extendido como una pandemia social que amenaza sensiblemente la estabilidad de las naciones.

Aceptémoslo: No hay familias ideales. No hay familias perfectas. Entonces; qué hacemos? Reconciliarnos con el hecho de que podemos ser familias funcionales y saludables. Ello amerita trabajar permanentemente en el modelo de familias que deseamos ser. Ninguna familia se convierte en saludable y funcional dejando las tareas al aire o a momentos de inspiración. No sucede.

De otro lado, aconsejable sería reconocer la cuota de responsabilidad de cada quien; admitir nuestros errores, pedir perdón y comprometernos a recoger nuestros regueros. Uno de los grandes problemas que tenemos hoy es que alentamos generaciones enteras que no quieren reconocer sus errores y limpiar sus regueros.

Si alguien sabe de familias; fue quien la inventó. Fue la primera institución creada por Dios. Así que debemos regresar a él para que nos clarifique el concepto de familia (quizás en el camino se desdibujó) y nos muestre cuál es su propósito para nuestras familias. Y aquí debemos confesarlo: Una de las razones de por qué tenemos tantas crisis familiares, es porque frecuentemente hemos permitido que a nuestras familias se introduzcan ideas, conceptos, prácticas, disciplinas, hábitos, roles; que el inventor de la misma nunca aconsejó.

Animo, aún hay tiempo. No tire la toalla. Busque la forma de reaprender el camino y trabaje por una familia saludable. Si lo necesita; no se quede colgado; busque ayuda. Instituciones y personas temerosas de Dios están listos para ayudarle.

Les dejo con estas reflexiones Bíblicas: “Y si no os parece bien servir al SEÑOR, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR.” Josué 24:15.

Quizás sin darse cuenta, su familia está sirviendo a los dioses de la tierra donde habitan. “El que turba su casa, heredará viento, y el necio será siervo del sabio de corazón.” Proverbios 11:29

Francis Montás
Es un Pastor  y Comunicador dominicano.
Sus contactos en medios sociales son:
@francismontas (el twitter)


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