6.06.2013

Que travesía! Articulo Segunda Entrega Global, Revista Digital


Cuando se llega nunca se imaginó que sería así. Que las luchas iban a ser tantas, desde el idioma, transporte, horarios, costumbres, etc. Se piensa que pasados los 15 días se seguirá paseando y saliendo de compras. Las cosas que parecían increíbles cuando venían de visita, ahora parecen más reales que nunca porque deciden venir y establecerse. Empiezan a vivir la realidad cruda, tal y como es...pero nadie se los dijo.  Todos despiertan de ese sueño a las pocas semanas de llegar. Esta es la impensada experiencia que vive todo inmigrante.
Son muchas las luchas que tiene que librar cada día para poder “echar para adelante” sus vidas y la de los suyos, sobre todo si hay pequeños inocentes que no tienen ni idea de la “locura” que se ha cometido; salir de sus países de origen, algunos con un plan A, B, y C y otros solamente con el  plan inmediato: “me voy” y eso es sólo lo que saben. Esto es más fuerte aún si emigran graduados de alguna carrera en la universidad, ya que muchos planifican su futuro inmediato anclado en dicha carrera. Cuando llegan, esto no es tan así. No es imposible pero no es tan fácil como se piensa;  por lo menos no inmediatamente. Hay que prepararse, adquirir el idioma, que puede llevar unos años, esto es si se puede realmente emplear el tiempo para estudiar y validar su carrera de ser necesario. Los que no pueden hacerlo entonces tienen que trabajar  duro para mantener y criar sus familias. Unos pocos deciden reinventarse porque no se dan por vencidos, y entienden que en la vida hay que vencer los obstáculos y se lanzan a realizar proyectos y negocios que llegan a ser muy  exitosos, porque entienden como dice el dicho que: “si del cielo te caen limones aprende a hacer limonadas”.
Al transcurrir el tiempo se van adaptando y ven que finalmente no es tan difícil. Que lo que  parecía imposible ya lo están logrando; que lo que parecía oscuro ya no lo es tanto; que ya se han relacionado y que han hecho un pequeño círculo de amistades; que conocen su entorno y que han esperado a  que pasen todos los procesos, uno a uno.  Procesos que no son fáciles, ya que al momento de atravesarlos sienten que la vida sencillamente se les va, que se quedarán  justo en ese desierto.
Que alivio saber que el tiempo pasa! Que van pasando las tormentas y que se convierten en una inmensa calma.
Una de las mejores maneras para adaptarnos es el hecho de vivir un día a la vez, resolviendo cada cosa día a día tal y como se va presentando,  porque finalmente “cada día traerá su propio afán”: “Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal”. Mateo 6:34.

Magdalena Munoz
La Esquina para Mama blog
Global, Revista Digital

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