Hemos abordado anteriormente el tema de la crianza de nuestros hijos, paternidad responsable y maltrato infantil. Recientemente, un equipo internacional de investigadores descubrió que el maltrato infantil deja "cicatrices" en el cerebro.
Hay cambios específicos en la corteza cerebral que reflejan la naturaleza del abuso durante la niñez, de acuerdo con el estudio publicado este 1 de junio en American Journal of Psychiatry. Los científicos encontraron que la corteza es más delgada en las áreas del cerebro que procesan el tipo de abuso. Por ejemplo, cuando las mujeres sufrieron abuso sexual, la corteza somatosensorial —que representa a los genitales— es más fina.
Las mujeres que fueron maltratadas emocionalmente tienen una corteza más delgada en las zonas del cerebro asociadas con la autoconciencia, la autoevaluación y la regulación emocional, según la escuela de Medicina Miller, de la Universidad de Miami, cuyo investigador Charles B. Nemeroff participó en el estudio. El abuso emocional podría generar la propensión a la depresión, mal humor y respuestas emocionales extremas, aunque depende de la persona y de circunstancias particulares.
El descubrimiento permitirá “desarrollar nuevas terapias para intervenir en la reducción de la carga psiquiátrica de tales traumas que dura a menudo toda la vida”, según Nemeroff.
El tema de la familia, el cuidado de nuestros hijos, siempre ha sido un tema delicado. Por muchas razones, y en un gran porcentaje de hogares, ambos padres deben salir a trabajar y dejar sus hijos bajo el cuidado de algun familiar o algun centro especializado para tales fines.
Sabemos también que el abuso infantil, por lo regular, lo realiza alguien cercano al hogar, una persona que goza de la confianza de la familia. Pero como padres, que podemos hacer al respecto para evitar que nuestros hijos pueden caer victimas de semejante crueldad?
La Convención de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas (Ratificada por España el 30 de noviembre de 1990), en su Artículo 19, se refiere al maltrato infantil como: “Toda violencia, perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, mientras que el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquiera otra persona que le tenga a su cargo”.
Aquí, algunos puntos a tomar en cuenta y consejos muy valiosos:
Para forjar un carácter fuerte en tus hijos:
1. Cuidar la autoestima de nuestros hijos: Si agredemos verbalmente a nuestros hijos y los maltratamos, su capacidad de superar problemas se vera seriamente comprometida.
2. Ensenar con nuestro ejemplo: Si mentimos, robamos, o mantenemos conductas inapropiadas, ellos aprenderán lo mismo.
3. Pide orientación o ayuda: Si ves que algo no anda bien en su comportamiento, pide ayuda. Es mejor prevenir, que tener luego que lamentar.
4. Conoce a tu hijo: Si conocemos a nuestros hijos, mantenemos un buen canal de comunicación con ellos, será mas fácil detectar cualquier tipo de problema.
Indicadores del buen trato: En lo físico:
• Hábitos de alimentación adecuados
• Vestimenta adecuada a las condiciones climáticas
• Hábitos de higiene adecuados
• Ambiente protegido, tranquilo y silencioso
• Hábitos de sueño adecuados
• Ambiente estimulante y libertad de movimiento en el espacio
• Supervisión y cuidados adaptados a la edad
• Organización de la vivienda adecuada a la seguridad (enchufes, productos tóxicos, escaleras, electrodomésticos, objetos cortantes de la cocina, armas de fuego, etc.)
• Controles médicos periódicos, adecuados a la edad y al estado de salud.
Aspectos cognitivos, sociales y emocionales:
• Entorno con estímulos variados, creando experiencias de aprendizaje
• Exploración de ambientes físicos y sociales
• Fomento de la confianza y conductas autónomas
• Escuchar y responder a sus preguntas
• Decir la verdad, ser sincero
• Transmitir actitudes, valores y normas adecuados. Educar en la igualdad y el respeto
• Figura de apego accesible y disponible física y psicológicamente
• Atender las señales del niño y sus necesidades y dar respuestas contingentes
• Transmisión de afecto y comprensión, ayudando a comprender y aceptar los diferentes sentimientos
• Interés por las emociones, intereses y opiniones del niño
• Establecer horarios regulares, ritmos y rutinas a lo largo del día para dar al entorno un carácter predecible
• Favorecer la aceptación positiva del propio cuerpo
• Existencia de normas y límites claros, comprensibles y justos
• Fomento de la tolerancia a la frustración
• Fomento de las relaciones de amistad con iguales
• Prestar apoyo y ofrecer alternativas para solucionar conflictos o superar temores
• Confiar en las capacidades del niño, animando la realización de actividades autónomas
• Protegerlo de abusos o situaciones donde estén desprotegidos.
Fuentes: cnnenespanol; obrasocialcajamadrid.es; ONU (Convención de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas).
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