5.15.2015

Adolescentes: relaciones saludables y fuertes


Hoy en día, vemos como muchos niños y niñas, en edades muy tiernas ya están destinando de su tiempo, energía y pocos recursos emocionales, en tratar de iniciarse en relaciones de pareja; cuando aun no tienen claro quiénes son realmente ni conocen su valor. Y es que lo primero que tenemos que aprender en la vida es a escoger amigos  verdaderos, que nos respeten, valoren y nos amen de verdad; porque las relaciones saludables llegaran a nuestras vidas cuando nosotros conozcamos nuestro valor y sepamos poner límites. 

Como padres, en un mundo tan roto como el que nos ha tocado vivir, es muy difícil educar a nuestros hijos de una manera integral para que sean fuertes y saludables en las principales áreas de sus vidas. Por eso, quiero compartirles algunos rasgos que entiendo definen las relaciones saludables.

1. Autoestima e identidad: Si te das cuenta de que estás lleno de dudas y que eres menos confiado de lo que sueles ser cuando estas al lado de esa persona, entonces podría ser el momento de analizar de dónde viene la disminución en tu auto-confianza. Una relación saludable debe sacar lo mejor de ti mismo. En cuanto a nuestra identidad, no debemos perdernos a nosotros mismos en el proceso de relacionarnos con los demás. 

2. El perdón es  la base de una relación saludable: si no sabemos perdonarnos a nosotros mismos, no vamos a poder otorgar el perdón a aquellas personas que nos hieren. Podemos correr el riesgo de hacernos siempre las “victimas” y caer en la autocompasión. La autocompasión nos mantiene esclavos.

3. Autenticidad: un amigo autentico es algo que no tiene precio. Será una persona que no hablara de ti a tus espaldas y que no tiene opiniones escondidas acerca de ti. Si tu amigo o amiga habla mal de ti a tus espaldas, no merece tu amistad.

4. Un amigo o amiga saludable respeta los límites: todas las personas debemos poner límites. Un amigo saludable no se molesta con tus límites, los reconoce, los respeta y no se siente inseguro por esto.

5. Un amigo saludable tiene una buena comunicación contigo: es muy crucial compartir con tus amigos las cosas que te hacen sentir mal inmediatamente y no guardar resentimientos. En una relación saludable esto no es un problema, por el contrario, hace la relación más fuerte.

Finalmente, debemos recordarles siempre que todo tiene su tiempo y todo lo que queremos tiene su hora.

Elizabeth Ramirez
Editora Global Revista Digital

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