Sesenta y uno por ciento (61%) de los solteros cristianos, que se
auto definen como tal, respondieron a una reciente encuesta de Christian
Mingle, aseguraron que están diespuestos a tener relaciones sexuales
ocasionales sin estar enamorados, mientras que sólo el once por ciento (11%) dijo que
están esperando a tener relaciones sexuales cuando están casados.
En una encuesta realizada a 716 cristianos, y dada a conocer enero, el 23% dijo que
tendrían relaciones sexuales cuando sepan que es "con amor ";
mientras que el cinco por ciento dijo esperarían hasta el compromiso.
Estos datos apoyan una encuesta que realizara la revista Relevant en el 2011 que reveló que el 80 por ciento de los "jóvenes cristianos solteros han tenido relaciones
sexuales" y que " dos tercios han estado sexualmente activos en el
último año."
Mientras que los resultados de la "Asociación Nacional de
Evangélicos" (NAE) en el 2012 y una encuesta de "Grey Matter Investigation" no mostraron
resultados tan altos como las dos encuestas anteriores. De acuerdo con sus
investigaciones, el 44 por ciento de los evangélicos no casados entre las
edades de 18 a 29 dijeron que tenían relaciones sexuales, incluyendo el 25 por
ciento que dijeron que habían tenido relaciones sexuales en los últimos tres
meses.
En una entrevista con The Christian Post, dos "Millennials" cristianos comparten sus diversas historias sobre la fe, el sexo y el
matrimonio, y explicaron por qué muchos solteros están luchando en contra del
“principio de la pureza" en su juventud.
Cuando Heather Lindsey se mudó a Nueva York en 2004 a la
edad de 22, de Michigan. asistía a la iglesia con regularidad, por lo cual se consideraba cristiana. Aunque creció en la iglesia, dijo que rara vez se hizo hincapié en la
lectura de la Biblia o de la relación de uno con Dios. Como adolescente,
el único consejo de educación sexual que recibió de su madre fue que utilizara un método anticonceptivo cuando se iniciara en la
actividad sexual. Estando ya en la Universidad, Lindsey
"entregó su corazón a Cristo " y fue allí donde por primera
vez, supo que el sexo prematrimonial era erróneo.
Para Lindsey, su comportamiento no fue simplemente el
resultado de un ajuste de sus valores
sexuales al de sus compañeros no cristianos. Cuenta que también tenía amigos de la iglesia con ética sexual
similares, e incluso se involucró sexualmente con un hombre que estaba
sirviendo en la misma iglesia que ella.
" Todos íbamos a la iglesia. Estábamos siendo
hipócritas. Dijimos que amábamos al Señor , pero ignorábamos las Escrituras que
dice muy claramente que la fornicación es un pecado ", agregó.
Lindsey finalmente cortó con todas las personas con las que
había llevado ese estilo de vida. Hace varios años que se casó y se mudó a
Atlanta, donde ahora con 31 años, es la fundadora y CEO de "Pinky Promise", una organización que alienta a las mujeres
solteras y casadas a "elevarse por encima de las presiones culturales y
" mantenerse decididas a vivir para Cristo sin importar las circunstancias".
Lisa Anderson , directora de "Sin Límites", entidad que
trabaja con un enfoque hacia los solteros
de la familia y los adultos jóvenes sirviendo en ministerios, dijo que no estaba
sorprendida por la alta tolerancia de los cristianos al sexo premarital.
"Por lo general, si nos fijamos bien en el paisaje de las
citas en las parejas de la iglesia de hoy, lo que está pasando es muy similar a
lo que pasa en el mundo. No hay mucha diferencia en la forma o en la actitud hacia el noviazgo y el
matrimonio" agregó Anderson.
"Para la cultura cristiana es muy frustrante porque estamos tratando de ir tras algo duradero pero usando la
misma fórmula que muchos años atrás", agregó.
Fuente: christianpost.com
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