“Si un hombre no sabe a qué puerto navega, ningún viento es
favorable”
- Lucio Anneo
Séneca
Definitivamente las metas
son excelentes impulsoras para arrancar un nuevo año; y es excitante tener
algunas de ellas que nos hagan saltar de la cama cada día.
Como la vida no solo
se compone de lo tangible; sin dudas, las metas para la vida espiritual serán
necesarias. El apóstol Pablo nos enseñó: “…pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:13-14
Así que
al prepararnos para un nuevo año extendámonos a lo que está delante. Prosigamos
a la meta.
Quisiera
sugerir que las metas espirituales sean enfocadas de la manera más saludable y
Bíblica posible; esto es:
A) Procure metas en Dios que lo glorifiquen a
El. Generaciones de cristianos están siendo
arrastrados a buscar golosinas de Dios en una religión de intercambios.
Renuncie a ello. Busque que El sea glorificado.
B) Procure metas que incluyan el “venga tu
Reino y se haga tu voluntad.” Ello
implica que Dios edifique y expanda su Reino como él entiende y que sólo su
voluntad y no la nuestra sea llevada a cabo.
C) Procure metas que lo lleven de regreso a
la amistad con Dios. Job 22:21. No hay
cosa más preciosa que disfrutar de la amistad con el Espíritu Santo.
D)-Procure metas que produzcan Deleite en el
Señor. Salmo 37:4
E)-Procure
metas que impliquen que Cristo sea formado en usted. Gálatas 4.19
Así
que le animo a vivir para algo más que ver los días del nuevo año pasar; no se
permita la vida espiritual improductiva o carente de aventuras en Dios.
Finalmente
el libro de los Salmos nos deja con una oración poderosa y fresca: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros
días, Que traigamos al corazón sabiduría.”
Salmos 90:12 .
Por Francis Montás.
Pastor y Comunicador dominicano.
Dirigie Ministerio Casa Joven y es un reconocido comunicador en su país.
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