Sus padres eran Howard y Leila Stahl. Su padre, un eximio corredor de bolsa y congresista, se encargaba de darle lecciones de vida cada vez que tenía la oportunidad. Vivía en Omaha, una pequeña localidad de Nebraska.
El mito dice que con lo que ganó repartiendo periódicos se compró un campo de 16 hectáreas en Nebraska, aunque es muy probable que su padre lo haya ayudado. Tenía apenas 14 años y cursaba el segundo año del colegio secundario en la ciudad de Washington.
Warren Buffet ganó su primer millón en 1962, siempre gracias a sus inversiones bursátiles. Desde entonces no paró. Pero las ganancias le quitaron tiempo. Eso le trajo problemas en su relación. Cuando su primera mujer, Susie Thompson, lo abandonó, en 1977, comenzó a vivir atormentado: era la madre de sus tres hijos y el amor de su vida. “Es algo que no debió haber pasado. Fue mi mayor error”, reconoció el empresario.
Ya tenía US$72 millones pero estaba solo. Aún así, seguía buscando futuras oportunidades de inversión con una dedicación exclusiva. “La pareja pasa a segundo plano”, opina Buffett.
A fines de los ‘80, la hermana de Buffett, Doris, estuvo a punto de declararse en quiebra tras haber acumulado deudas de derivados. Rogó a su hermano, que entonces tenía un patrimonio de US$2.000 millones, que la ayudara. Pero él se negó, porque sintió que estaría pagando a especuladores que asumían riesgos irracionales.
Durante una cena, el anfitrión preguntó a los comensales: “¿Cuál es el factor más importante de su éxito?”. Buffett respondió: “La concentración”. Fue notable que la misma respuesta fue elegida también por otro invitado: Bill Gates, el único estadounidense más rico que Buffett. Ese día se reconocieron similares y trabajan juntos por causas sociales.
A este hombre Dios le ha dado el favor de hacer negocios exitosos, pero ser abandonado por su esposa, y no ayudar a su familia, nos deja ver que si bien es cierto que debemos estar concentrados, como el dice, nos hace pensar también, ¿en qué debemos estar concentrados?.
Enfocados sólo en hacer dinero? 1ra. Timoteo 6:9-11 “Pero los que viven con la ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción. Pues el amor al dinero es la raíz de toda clase de mal; y algunas personas, en su intenso deseo por el dinero, se han desviado de la fe verdadera y se han causado muchas heridas dolorosas.”
¿Cuáles males? Vemos muchos males hoy por el amor al dinero, pero en este caso el mal de Buffett fue perder el amor de su vida, y tener la política de no ayudar a su familia, lo que dista mucho del benefactor que todos conocen.
No podemos decir que ser trabajador es malo, pero cuando el trabajo, el dinero o cualquier otra cosa invierte el orden que Dios ha diseñado para nosotros, tenemos que detenernos y pensar. El diseño de Dios es que seamos exitosos en lo emprendamos sin estropear el resto de nuestras vidas.
Es algo de lo que todos debemos cuidarnos, Pero, ¿cómo? La Biblia dice: “...Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo". ¡Correcto! —le dijo Jesús—. ¡Haz eso y vivirás!” Lucas 10:27-28 NTV
"Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón.” Mateo 6:20-21 NTV.
Tatyara Yunes
Es Madre, Comunicadora y Cantante.
Colombia
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