La comunicación, como ciencia, tiene muchos principios. Y por citar sólo uno de ellos, una buena comunicación tiende a resolver problemas y evitar conflictos. A propósito del auge de los medios de comunicación sociales, hemos visto cómo muchas personas se envuelven en serios inconvenientes por no saber cómo comunicar una idea o punto de vista personal o por simplemente no tener claro que si decides comunicar lo que piensas, debes estar preparado para los ataques de quienes estarán abierta y francamente en contra.
Por ejemplo, el reconocido pastor y cantante Cristiano Jesus Adrian Romero, en un comunicado que hizo público en una de sus redes sociales, declaró, y lo citamos textualmente “HE DECIDIDO RETIRARME DE LAS REDES SOCIALES POR UN TIEMPO INDEFINIDO”. Y agregó: “Aunque soy una persona de carácter, y muy firme en mi convicciones, debo reconocer que últimamente los constantes ataques consumen mi espíritu y drenan mi alma”.
Esta decisión vino como consecuencia de unas declaraciones que hiciera anteriormente sobre la iglesia Católica y la idolatría, las cuales recibieron innumerables críticas de personas que lo tildaron de ecuménico; siendo este quizás el más sencillo de los ataques.
En este conflicto podemos ver algunos puntos importantes. Lo primero es que no todos estamos preparados para emitir una opinión y saber que cuando lo hacemos en este tipo de medios, estamos sentando las bases de una discusión abierta con todo tipo de personas y público. También sale a relucir que no todos estamos preparados para escuchar el punto de vista de los demás y dar nuestra opinión al respecto sin caer en la agresividad e irrespeto.
La comunicación, para que cumpla uno de sus principios debe ser asertiva, porque implica expresar claramente lo que piensas, lo que sientes y lo que quieres, sin exigir que las cosas deben ser a tu manera.
Cuando somos asertivos podemos expresar nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades pero al mismo tiempo tenemos el derecho a responder “no” en clara defensa de nuestros propios derechos sin sentirnos culpables ni ofender a los demás.
Creemos que como cristianos tenemos una ardua tarea por delante si deseamos que nuestro mensaje sea claro y preciso; y sobre todo que no se nos vaya todo el tiempo discutiendo entre nosotros temas que no aportan nada al mensaje principal que nos fue encomendado: “…vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos…” Mateo 16:15A NTV.
Equipo de Redacción
Global Revista Digital
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