9.29.2013

Crees posible una iglesia sin Dios? "The Sunday Assembly": Iglesia para ateos crece copiando la experiencia religiosa.


La idea, explican los impulsores, surgió alrededor de los humoristas Sanderson Jones y Pippa Evans, que se han tomado muy en serio el proyecto. La idea inicial de “vivir una vida de comunidad y celebrar la vida sin la necesidad de creer en Dios” se ha convertido, explican, en un “movimiento involuntario”. Algo que creen que crecerá.

El grupo dice que tiene un objetivo: “las comunidades, que son el corazón de La Asamblea del Domingo”. Cada nuevo grupo, por tanto, debe ser “una comunidad de acción, donde se construyen vidas con un propósito”.

Todo lo que rodea a este movimiento incipiente se caracteriza por copiar sin ningún tipo de complejo las dinámicas de las iglesias cristianas históricas.

El enfoque totalmente litúrgico del proyecto se diferencia claramente de otros movimientos ateos marcadamente británicos como las Sociedades Humanistas o los Nuevos Ateos, liderados por autores como Richard Dawkins. Estos grupos, con una trayectori más larga, han tomado siempre un camino mucho más crudo: luchar la batalla cultural contra la religión. Esto incluye campañas en lugares públicos, debates con líderes religiosos y dotras estrategias para atacar la idea de la existencia de un Dios y sacar a la luz la supuesta incongruencia de la fe, sea la que sea.

Este tipo de movimiento congregacional ateo o humanista no es nuevo. A finales del siglo XIX ya se iniciaron grupos parecidos, con centenares de personas juntándose en “uniones éticas”, que entonces también tomaban elementos formales del cristianismo. Desaparecieron rápidamente tras una o dos generaciones.

Nick Spencer, autor de un libro sobre la historia del ateísmo que está a punto de publicarse, explica que el movimiento no cuajó en su primer intento porque “necesitas algo más que una ausencia [de Dios] para mantener a la gente unida. Necesitas un propósito firme en común. Lo que se puede ver en las iglesias ateas de hoy en día es a personas unidas por una sensación de ausencia de comunidad. Sospecho que lo que les reúne es un deseo real por encontrar una comunidad cuando, en una ciudad moderna, urbanizada e individualizada como Londres, a menudo puedes sentirte muy solo”.

La conclusión del historiador deja el futuro real de este nuevo movimiento en el aire. El deseo de comunidad de muchos ateos es evidente y “crea mucha camaradería”, reconoce, “pero el reto es: ¿qué es lo que realmente nos une?”.

Fuente: protestantedigital.com

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