8.21.2013

La felicidad, íntimamete ligada a ayudar a otros.


Ser feliz no es suficiente según estudio científico; no tiene nada que ver con placeres personales o qué tanto tengas.

Según Barbara Fredrickson, quien es profesora de Psicología e investigadora en el Laboratorio de Emociones Positivas y Psicofisiología en la Universidad de Carolina del Norte en Estados Unidos hay dos tipos de bienestar: hedónico y eudemónico.

El hedónico viene de la experiencia que una persona busca y que le da placer, como es "comer alimentos deliciosos u oler flores”. El eudemónico, viene de un esfuerzo al trabajar por algo más grande que tú cuando trabajas para dar significado a la vida, contribuir con alguna causa o ayudar a otros.

En el estudio hallaron que las personas que experimentaron el bienestar hedónico tenían altos niveles de inflamación y una baja expresión génica antiviral y de anticuerpos. Contrario a esto, las personas que encontraron felicidad en la búsqueda de un bien común tuvieron menor nivel de la expresión génica inflamatoria y una fuerte expresión génica antiviral y de anticuerpos.

En conclusión, "cuando encuentras bienestar en las conexiones que tienes con otros y en buscar algo que involucre colaborar con otras personas, si en esa circunstancia te lesionas, enfermas o sufres una pérdida personal, esa comunidad con la que trabajaste tan duro para conectarte, te ayudará a superarlo”.

Se cumple aquí los beneficios del mandato bíblico que encontramos en Proverbios 28:27: "Al que ayuda al pobre no le faltará nada, en cambio, los que cierran sus ojos ante la pobreza serán maldecidos".

Fuente: cnnenespanol.com

8.13.2013

26% de las mujeres en EEUU deciden no trabajar.



Hace 60 años, las mujeres norteamericanas comenzaron a salir masivamente a trabajar. Sin embargo, durante las dos últimas décadas esta tendencia se ha estancado por completo.

"Parece que estamos atascados", dijo la economista de la Universidad de Cornell, Francine Blau, quien es coautora de un documento sobre este tema con su esposo Lawrence Kahn, también un economista de Cornell.

Citan, entre otras cosas, una falta de leyes laborales que favorezcan a las familias y es que Estados Unidos continúa siendo el único gran país industrializado en el mundo que no tiene leyes sobre algún tipo de permiso parental pagado.

Esto contrasta con Alemania, en donde las mujeres califican a 14 semanas de permiso por maternidad plenamente remunerada, sin importar el tamaño de la empresa en la que trabajan. En Francia, España, Países Bajos y Austria son 16 semanas. Y en países como Canadá, Reino Unido y Dinamarca, el permiso por maternidad se puede ampliar hasta un año. En Suecia, los padres tienen derecho a un mínimo de 480 días de permiso parental por hijo, que se puede dividir entre la madre y el padre. Esta es una de las razones por las que un 88% de las mujeres suecas participan en la fuerza laboral.

Heidi Hatmann, economista y presidenta del Institute for Women´s Policy Research (Instituto de la Mujer sobre Investigación de Políticas), señala que los costos para criar a un niño suben rápidamente y los salarios permanecen estancados son otras de las razones cruciales para que muchas mujeres norteamericanas decidan no trabajar. Entre 1985 y 2011, el costo promedio para criar a un niño subió un 70% para las madres trabajadoras, después de un ajuste por la inflación, de acuerdo con la Oficina de Censos de los Estados Unidos. Mientras tanto, los salarios a duras penas se han movido.


Fuente: cnnenespanol.com